A partir del 12 de junio de 2022, los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC) ya no exigen a los pasajeros que llegan en avión desde el extranjero a Estados Unidos que presenten una prueba de detección del COVID-19 con resultado negativo, ni documentación de recuperación del COVID-19, antes de abordar su vuelo. Los CDC reevaluarán esta decisión en 90 días y podrían restablecerla en caso que surja una nueva variante de COVID-19.
Recuerde que los ciudadanos extranjeros aún deben cumplir con el requisito de vacunación contra el coronavirus para entrar en el país, con limitadas excepciones.