Adultos con afecciones crónicas: Vacúnense

Cada año, miles de adultos en los Estados Unidos contraen enfermedades que se podrían prevenir con vacunas; algunos de ellos son hospitalizados y otros incluso mueren. Al vacunarse, los adultos pueden protegerse y proteger a otras personas contra muchas enfermedades. Las vacunas que se recomiendan son particularmente importantes para los adultos con afecciones crónicas, quienes tienen más probabilidades de presentar complicaciones por enfermedades infecciosas. Si usted tiene una afección crónica, es probable que necesite vacunarse.

Las vacunas son una medida importante en la protección de los adultos contra enfermedades graves y a veces mortales. Aunque usted se haya vacunado a una edad más temprana, la protección de algunas vacunas puede desaparecer con el tiempo. En otros casos, los virus o las bacterias contra los que las vacunas lo protegen han cambiado, por lo que su resistencia no es tan fuerte. Finalmente, a medida que usted envejece, puede que también esté en riesgo de contraer enfermedades prevenibles con vacunas debido a su edad, trabajo, pasatiempos, viajes o afecciones.
Los CDC recomiendan que todos los adultos reciban las siguientes vacunas:

Los adultos con afecciones crónicas tienen más probabilidades de presentar complicaciones a causa de enfermedades que se pueden prevenir con vacunas. Las complicaciones pueden incluir enfermedades de larga duración, hospitalizaciones e incluso la muerte. Consulte con un profesional de atención médica para asegurarse de que esté al día con las vacunas que los CDC recomiendan para usted.

¿Sabe qué vacunas para adultos necesita? ¡Responda el cuestionario! No espere. ¡Vacúnese!

Enfermedades cardiacas

Las personas con enfermedad cardiaca* o aquellas que hayan tenido un accidente cerebrovascular están en mayor riesgo de presentar complicaciones médicas graves a causa de la influenza. Entre los adultos hospitalizados a causa de la influenza durante la temporada 2017-2018, las enfermedades cardiacas estaban entre las afecciones crónicas que se reportaron más comúnmente.

Los CDC recomiendan  que las personas con enfermedad cardiaca reciban la vacuna anual contra la influenza. También deberían recibir las vacunas antineumocócicas* una vez  como adultos, antes de los 65 años de edad, y luego dos dosis más a los 65 o más adelante. Para obtener más información, visite la página web de los CDC sobre enfermedades cardiacas y vacunas.

Enfermedades pulmonares

Las personas con asma,* enfermedad pulmonar obstructiva crónica (epoc)* u otras afecciones de los pulmones están en mayor riesgo de presentar complicaciones por la influenza. Esto es cierto, aunque la afección sea leve y los síntomas estén bajo control. Debido a que las personas con asma tienen vías respiratorias sensibles, la inflamación causada por la influenza puede desencadenar ataques de asma. En general, la influenza puede empeorar los síntomas del asma y de la epoc. Las personas con enfermedad pulmonar son más propensas a presentar neumonía y otras enfermedades respiratorias después de enfermarse por la influenza.

Los CDC recomiendan que las personas con asma, epoc u otra afección de los pulmones reciban la vacuna anual contra la influenza. Si usted tiene una afección pulmonar, también debería recibir las vacunas antineumocócicas,* una vez como adulto antes de los 65 años de edad y luego dos dosis más a los 65 o más adelante. Puede que su médico le recomiende otras vacunas según su estilo de vida, hábitos de viaje y otros factores. Para obtener más información, visite la página web de los CDC sobre enfermedades pulmonares y vacunas para adultos.

Diabetes

Las personas con diabetes tipo 1 o tipo 2 están en mayor riesgo de contraer la infección por el virus de la hepatitis B. La hepatitis B puede propagarse a través del uso compartido de los medidores de glucosa en la sangre, los dispositivos de punción de dedos u otros instrumentos para el cuidado de la diabetes. Las personas con diabetes, aunque esté bien controlada, son más propensas a presentar complicaciones por la influenza. Estas personas están en mayor riesgo de presentar neumonía, lo cual puede causar hospitalizaciones. Tener una infección también puede hacer más difícil controlar el azúcar en la sangre, por lo que es importante monitorear el azúcar en la sangre con más frecuencia si se está enfermo.

Los CDC recomiendan que las personas con diabetes reciban las vacunas antineumocócicas* (una vez como adultos antes de los 65 años de edad y luego dos dosis más a los 65 o mayores), la vacuna anual contra la influenza y una serie de vacunas contra la hepatitis B* (para quienes tengan entre 19 y 59 años de edad). Si usted tiene 60 años de edad o más, pregúntele a un profesional de la salud si debería recibir la vacuna contra la hepatitis B. Para obtener más información, visite la página web de los CDC sobre diabetes y vacunas para adultos y vea la infografía animada de los CDC Cómo vivir de manera saludable con diabetes: el simple paso que podría estar pasando por alto.*

Las vacunas son la forma más segura de proteger su salud. Consulte con su médico

https://www.cdc.gov/spanish/especialesCDC/vacunasafeccionescronicas/