El Día Mundial del Agua se celebra el 22 de marzo de cada año para promover el uso responsable de este recurso y que todos tengan acceso a agua segura. Alrededor del mundo, 844 millones de personas todavía no tienen un servicio básico de agua para beber.1
El agua es uno de nuestros recursos naturales más importantes. Cada día, las personas, los animales y las plantas dependen del agua para sobrevivir. El agua es necesaria para la producción de alimentos y de energía, el bienestar individual y la salud a nivel mundial.
Prevención de enfermedades transmitidas por el agua alrededor del mundo
El agua para beber limpia y segura sustenta la vida de los seres humanos. Sin ella, se pueden propagar las afecciones transmitidas por el agua, las cuales enferman a niños y adultos, y a veces causan su muerte. Los expertos del Programa de los CDC de Agua, Saneamiento e Higiene a Nivel Global (WASH, por sus siglas en inglés)* trabajan para mejorar el acceso mundial a agua segura, saneamiento adecuado e higiene. Los expertos de los CDC fortalecen los esfuerzos de WASH en respuesta a las crisis humanitarias y los desastres naturales, y responden a los brotes potencialmente mortales de enfermedades transmitidas por el agua alrededor del mundo, como los de cólera, hepatitis y fiebre tifoidea. Los CDC también trabajan estrechamente con otras agencias del Gobierno de los EE. UU., ministerios de salud extranjeros, organizaciones no gubernamentales, agencias de las Naciones Unidas, empresas privadas y varias agencias internacionales para mejorar el acceso mundial a agua saludable y segura, saneamiento adecuado e higiene.
Las Naciones Unidas establecieron el objetivo de desarrollo sostenible de mejorar el acceso a agua segura y a instalaciones sanitarias. Entre el 2000 y el 2015, más de 1000 millones de personas lograron acceso a sistemas de abastecimiento de agua por tuberías con el potencial de suministrar agua segura para el uso diario (por ejemplo, agua de la llave en las casas o puestos públicos donde se provee agua por tuberías). Entre 1990 y el 2015, más de 2000 millones de personas lograron acceso a una instalación sanitaria mejorada (un inodoro o una letrina diseñados para garantizar que la gente no entre en contacto con los desechos). Sin embargo, a pesar de estas mejoras, 844 millones de personas todavía no tenían acceso a una fuente segura de agua para beber, y 2300 millones todavía no tenían acceso a una instalación sanitaria mejorada. Unos 892 millones de personas defecan al aire libre porque no tienen acceso a ningún tipo de inodoro o letrina.1
La falta de agua segura para beber y de inodoros aumenta las probabilidades de que se produzcan brotes de enfermedades transmitidas por el agua como la fiebre tifoidea, la hepatitis y el cólera. Los microbios de la fiebre tifoidea, la hepatitis y el cólera pueden propagarse cuando los desechos humanos que los contienen llegan al suministro de agua de una comunidad. Eso sucede cuando las personas no tienen acceso a una instalación sanitaria que pueda deshacerse de los desechos de manera adecuada. Aunque en los Estados Unidos son raros, los brotes de cólera y de fiebre tifoidea siguen ocurriendo en países de bajos recursos. Juntas, estas enfermedades causan la muerte a entre 149 000 y 304 000 hombres, mujeres y niños al año.2,3
Ahora es el momento de abordar estos retos para mantener seguro y disponible el abastecimiento de agua mundial para las generaciones venideras.
Visite el sitio web de las Naciones Unidas del Día Mundial del Agua* para obtener más información sobre esta fecha e ideas acerca de cómo participar.
El Día Mundial del Agua también ofrece la oportunidad de aprender sobre temas relativos al agua que nos afectan localmente. Para obtener más información sobre los esfuerzos de salud pública de los CDC relacionados con el agua en los Estados Unidos, visite los siguientes sitios web: Agua para beber;*Agua, saneamiento y emergencias relacionadas con la higiene;* y Natación saludable.*
fuente:https://www.cdc.gov/spanish/especialesCDC/Dia-Mundial-Agua/